43. «Hacer cine», de Alexander Mackendrick (en la fantástica colección de Alba Editorial). Un libro que es para subrayar de cabo a rabo. Muy avanzado en algunos aspectos, pero se disfruta. Y vuelvo a recomendar su película «Chantaje en Broadway». Genio.
44. «Galdós. Una biografía», de Yolanda Arencibia. Monumental trabajo sobre el gran autor canario.
45. «Conjuración de Catilina», de Salustio. Edición triple de un clásico con cientos de lecturas.
46. «Obra poética, I», de Jorge Luis Borges. El primer Borges, con los tres poemarios que publicó antes de los treinta años.
47. «La lectura como plegaria», de Joan-Carles Mèlich. Muy bueno. A caballo entre los aforismos y las reflexiones filosóficas (¿no son acaso lo mismo?). Para subrayar.
48. «El leve aliento de la verdad», de Ramón Díaz Eterovic. Novelón. Sin más. No me canso del detective Heredia.
49. «El verano de Cervantes», de Antonio Muñoz Molina. Maravillosa lectura sobre la lectura del Quijote. El reencuentro con el clásico, leído por otros autores. Un libro muy bueno. Os lo recomiendo.
50. «Las ruinas de Abades», de Ana Santana. A caballo entre la novela juvenil, la romántica y la negra, una historia (ya tiene segunda parte) ambientada en Tenerife.
51. «Trampas», de Ed McBain. Cuadragésima novela de la serie del Distrito 87. Casi nada. Una gozada de arriba abajo y por todas partes.
52. «Viaje del Parnaso», de Miguel de Cervantes. La parte menos conocida del más grande. Hay poemas geniales y, por encima, destaca ese viaje al Parnaso: qué grande era Cervantes.
